miércoles, 14 de octubre de 2015

Quemaduras


Muchos accidentes que ocurren en la casa están relacionados con el fuego; una quemadura grave puede ocasionar la muerte de un niño o discapacitarlo para toda la vida. Pocas veces pensamos que una quemadura en la mano impedirá que un niño pueda tomar un lápiz o una herramienta, eso cambiará su vida en forma definitiva.
Cuando nos enfrentemos a una quemadura no debemos tocar el área lesionada, ni retirar nada que haya quedado adherido a la lesión, es conveniente colocar la parte quemada bajo el chorro suave del agua limpia y acudir de inmediato al servicio médico.
En las quemaduras de primer grado, el daño se limita a la capa más externa de la piel, en la que tiene lugar un enrojecimiento, aumento del calor y, en ocasiones, formación de ámpulas y ardor si se toca la zona afectada. Un ejemplo son las quemaduras solares.
En las de segundo grado, la lesión se extiende más allá de la capa externa y afecta capas más profundas ocasionando formación de ampollas.
Con las de tercer grado, todo el espesor de la piel está destruido y se observa una capa carbonizada de tejido. La gravedad de la quemadura depende de la superficie quemada y de la profundidad de la lesión.
La aplicación correcta de los primeros auxilios es esencial para una rápida recuperación:


Si las ropas de la víctima están ardiendo, tírelo al suelo y apártelo de las llamas inmediatamente. Para apagar el fuego que prendió la ropa, envuelva a la persona con una tela que no sea inflamable y, si es posible, quite todos los objetos que pueden oprimir como anillos, pulseras, cinturón, zapatos, ya que la zona afectada puede hincharse y después es difícil retirar estos objetos.

En las quemaduras de primer grado, mantenga la zona quemada bajo agua fría hasta que cese el dolor. No sumerja en agua las quemaduras de segundo o tercer
grado.

Cubra el área quemada con una compresa estéril o utilice un trozo de sábana seca y limpia, toque lo menos posible la zona de la quemadura y no aplique lociones ni pomadas.

MEDIDAS Y CONSEJOS GENERALES
  • Cuidar con atención a los niños pequeños, evitando que se queden solos en lugares como la cocina y el baño.
  • Mantener a los niños alejados de todos los elementos calientes, inflamables o corrosivos, encendedores y cerillas.
  • Orientar los mangos de las sartenes y cazos hacia adentro, siendo más cauto si se va a freír, utilizando primero los quemadores interiores de la cocina.
  • Probar los alimentos antes de darlos al bebé o al niño, para asegurarse de su temperatura real, especialmente si se utiliza un microondas.
  • Tratar de no usar manteles para evitar que el niño estire de los mismos y se derrame los alimentos calientes.
  • No colocar alimentos, bebidas calientes o velas encendidas, cerca del borde de mesas y mostradores.
  • Evitar tener al niño en sus brazos mientras come o transporta alimentos igualmente calientes.
  • Es aconsejable colocar detectores de humo que deben ser revisados periódicamente.
OTRAS  MEDIDAS PARA EL AMBIENTE DOMESTICO
  • Mantener cables y aparatos eléctricos en buen estado, y si es posible fuera de la vista de los niños.
  • Proteger las bombillas con pantallas fijas.
  • Cerrar los enchufes con protectores adecuados y homologados.
  • Evitar el uso de alargadores y la sobrecarga de “ladrones” de corriente.
  • Mantener los aparatos eléctricos desenchufados cuando no se estén utilizando, sobre todo en la zona del baño.
  • Evitar que los niños se acerquen al horno, a la chimenea, a radiadores, estufas u otros medios para proporcionar calor, incluyendo las velas.
  • Colocar objetos como la plancha en alto y con el cordón eléctrico recogido.
  • Además de por otras razones para su salud, es muy importante evitar fumar en casa.

EN EL BAÑO
  • Hay que tener cuidado con la temperatura del agua.
  • Es un error llenar la bañera de agua caliente y luego entibiarla con la fría, pues en mitad del proceso el niño podría caerse o meterse inadvertidamente en un baño hirviendo.
  • Ajustar la temperatura del chorro, y desde luego comprobar primero, sobre la propia piel, lo adecuado de la misma.
  • No dejar solos a los niños en la bañera.

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