miércoles, 14 de octubre de 2015

ENVENENAMIENTO E INTOXICACIÓN


El envenenamiento y la intoxicación se presentan por ingerir sustancias tóxicas que pueden dañar nuestro organismo. Entre los elementos venenosos más comunes se encuentran los limpiadores domésticos como el cloro, el detergente y la sosa.
También son muy dañinos los insecticidas, las medicinas y los alimentos descompuestos.
Cuando nos percatemos de que una persona ha tragado una sustancia venenosa, no debemos hacerla vomitar, es mejor transportarla rápidamente al hospital más cercano.
Hay cuatro formas fundamentales de envenenamiento: inhalación de agentes nocivos (como el humo de los automóviles), ingestión de venenos, absorción de productos químicos por la piel e inyección. Al ser ingeridas las sustancias venenosas, afectan al estómago y al intestino produciendo vómitos, dolor o diarrea. Si se ingieren corrosivos, se pueden producir quemaduras en labios, boca y estómago con dolor intenso y lesiones graves.
Muchos productos de limpieza, como los blanqueadores, son tóxicos, por eso se deben mantener fuera del alcance de los niños. También algunas plantas y hongos son venenosos.
Algunos venenos pueden afectar al sistema nervioso produciendo delirio, convulsiones y pérdida de conocimiento.
Cuando algún accidente de esta naturaleza ocurra:



1.    Solicite asistencia médica de urgencia.

2.    Si la víctima está consciente pregúntele qué sucedió.

3.    Si no lo está compruebe si tiene libres las vías respiratorias.

4.    No intente provocar el vómito, si la persona deja de respirar, aplíquele respiración artificial.

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